Las semillas son las partes de la planta encargadas de preservar la especie en el tiempo, estas están cargadas de compuestos orgánicos y minerales que mantiene en dormición una planta latente, encargada de seguir con las características de la especie.
Las semillas han formado parte de la alimentación del hombre desde tiempos antiguos, especialmente han cobrado importancia desde que el hombre aprendió a domesticar los cultivos de estas plantas.
Una de estas semillas es la Chía, cuyo nombre científico en género y especies es Salvia hispánica, es familia de la menta y originaria de México y Guatemala.
Según los aportes dejados por las antiguas civilizaciones Mayas y Aztecas, fueron estas las que cultivaron las plantas de Chía y se beneficiaron de las propiedades de sus semillas, también fueron empleadas como ofrendas a los dioses y hasta de moneda.
Esta semilla ha cobrado vida en los últimos años al declararse como súperalimento, al aportar una multitud de propiedades beneficiosas al organismo.
Componentes de las semillas de Chía.
Las semillas de Chía contienen aminoácidos, proteínas y vitaminas (Vitamina A y B1, B2, B3).
Las semillas casi todas tienen los mismos componentes, ya que son el resultado del almacenamiento de nutrientes de una vida latente, sin embargo algunas resaltan más que otras.
Las semillas de Chía tienen riqueza en grasas poliinsaturadas (ácido alfalinoléico Omega 3) en un porcentaje de 60%, convirtiéndose en una fuente vegetal importante y ácido linoleico Omega 6 (20%).
Otro de los elementos que conforma a las semillas Chía es la fibra, que se encuentra en una cantidad de 9 a 10 gramos por cada dos cucharadas de la semilla, representando un tercio de la cantidad recomendada por los especialistas.
Muy importante es la carga de antioxidantes que tiene la semilla de Chía, siendo los principales dentro de su composición los flavonoides (la mircetina, la quercetina, y el kaempferol).
La carga de minerales de esta semilla es muy completa, encontrándose que cada dos cucharadas de este material contiene el porcentaje diario adecuado para nuestro cuerpo, resultando en fósforo (35%), calcio (18%), magnesio (24%), manganeso (50%).La semilla de Chía no tiene gluten, un aporte importante para las personas intolerantes al gluten.
Cultivo de las semillas de Chía
Si se quiere consumir semillas orgánicas de Chía hay que cultivarlas en casa. Estas plantas herbáceas son de fácil manejo, solo hay que seguir unos pasos y se tendrá la producción en el huerto.
Se puede colocar las semillas directamente en macetas o en semilleros que tengan un buen drenaje.
Para que las semillas germinen más rápido se debe colocarlas en agua, por 15 o 20 minutos, así se garantiza que la cubierta este más floja. Utilizar tierra con buena cantidad de materia orgánica y colocar la semilla en ella.
Colocar las semillas ya plantadas en un lugar cálido, pero no con luz de sol directa y regarlas cada dos días.
Luego de 7 días germinaran las semillas de Chía y se podrán colocar en un lugar soleado. Las que están en el semillero se traspasan al lugar fijo, teniendo la precaución de no colocarlas muy juntas ya que pueden alcanzar una altura de un metro.
Luego que se dé la floración de la planta aparecerán las semillas y se podrán retirar.
Beneficios del consumo de las semillas de Chía
Los beneficios que suministra al organismo esta semilla la han colocado en lo más alto de los súperalimentos.
La cantidad de Omega 3 de las semillas de Chía le sirve al cerebro para mejorar el rendimiento cognitivo, así como también es un anti inflamatorio de elección.
Los ácidos grasos del tipo Omega 3, intervienen en la formación de las membranas celulares, ayudan a la fabricación de elementos que intervienen en la inmunidad, mejoran y ayudan a bajar el colesterol en las personas que sufren de esta enfermedad, previniendo así cualquier enfermedad cardiovascular.
El aporte de fibra de esta semilla es muy útil para el organismo en los casos de inflamaciones, ayudando a bajar los niveles de colesterol y mejorando grandemente las funciones intestinales.
La carga de antioxidantes que brindan las semillas de Chía, garantizan la protección ante radicales libres causantes del envejecimiento de las células y tejidos, previniendo que estas puedan desarrollar cáncer al ser alterado su ADN.
En cuanto a los minerales aportados por estas semillas, son la cantidad adecuada para prevenir la hipertensión, manteniendo un peso adecuado, mejorando el metabolismo celular y participando en la síntesis de ADN.
El consumo de semillas de Chía tiene propiedades adelgazantes, ya que absorben los líquidos y dan la sensación de saciedad.
Otra de las ventajas dentro de las propiedades de las semillas de Chía, es que pueden ser usadas en el tratamiento de diabetes ya que, el tipo de fibra que tienen semillas ayuda a retardar la llegada de la glucosa en la sangre, disminuyendo así su absorción.
¿Cómo se preparan las semillas de Chía?
En muy aconsejable incluir las semillas de Chía en la alimentación diaria por partes, máximo cuatro cucharadas diarias. Se deben e remojar primero y se ingieren luego con el líquido en el que se remojaron.
Por ser semillas y tener una cascara dura, se deben colocar en remojo unos 15 minutos, eso generará un gel que contiene abundantes saponinas, beneficiosas en cuanto a que pueden secuestrar los ácidos biliares y bajar de esta manera el colesterol.
Contraindicaciones del consumo de Chía
Aun cuando las semillas de Chía no tienen ninguna contraindicación importante ya que suelen caer bien a todas las personas, siempre hay que tener especial cuidado en ciertas personas con tratamientos, como:
Personas que tienen tratamientos para tensión alta, ya que las semillas de Chía bajan aún más la tensión.
Las personas que padecen de diabetes, ya que estas bajan el azúcar en la sangre.
Las personas que normalmente tienen la tensión baja, ya que estas bajan la tensión y podrían alcanzar valores alarmantemente bajos.
Las personas que sufren de diarrea, ya que la cantidad de fibra contenida en las semillas de Chía mantiene en movimiento el material intestinal.