A lo largo de los años el tener que dejar el queso fuera del plato ha constituido uno de los retos más dolorosos para quienes se proponen seguir una dieta que les permita bajar de peso. En la actualidad, se han realizado diferentes estudios con respecto a cómo este delicioso ingrediente puede afectar el organismo y si realmente engorda.
Aún cuando no todos los tipos de quesos poseen las mismas cualidades nutricionales, la mayoría ofrece una gran cantidad de vitaminas que representan un gran beneficio para la salud: proteínas, vitaminas A, B2 y E, calcio y otros minerales que se encuentran presentes en la leche.
Por otra parte, el queso carece de vitamina C e hidratos de carbono, por lo que debe recurrirse a otros alimentos capaces de reponer este desequilibrio: pan, pastas y todo tipo de frutas cítricas.
Muchas personas han buscado erradicar el queso de su rutina con la finalidad de mantener esos kilos de más al margen. Otros se han limitado a comerlo únicamente en ocasiones especiales como premio por su esfuerzo con la dieta.
La verdad sobre el queso y el peso
Hoy en día se han realizado diferentes estudios con la finalidad de demostrar que el queso no es tan perjudicial para la dieta como se ha creído durante mucho tiempo. Inclusive, se ha llegado a la conclusión de que una porción de 30 gramos (y 40 para los adolescentes y niños en desarrollo) de queso al día junto a un vaso de leche son la combinación ideal para obtener todos los nutrientes que este tiene para ofrecer.
Se ha llegado a la aclaratoria de que, independientemente de su elaboración (ya sea con leche entera o con leche baja en grasa), el queso no inclina la balanza en dirección al aumento de peso. Por supuesto, esto haciendo referencia a un nivel de consumo moderado, debido a que si se ingieren cantidades desproporcionadas se podría disparar el colesterol.
Además de demostrarse que el queso no parece causar un incremento de peso a largo plazo (si su consumo es moderado), algunos expertos coincidieron en un hallazgo que señala su consumo como beneficioso para aumentar los niveles de colesterol bueno, así como también para ayudar a las bacterias intestinales a acelerar el metabolismo del organismo.
Estos descubrimientos podrían romper los viejos paradigmas que giraban alrededor del queso, volviéndolo el perfecto aliado para las dietas destinadas a perder peso sin tener que dejar de lado las maravillas que el mundo gastronómico tiene para ofrecer.
¿Cuáles son los quesos más favorables para incluir en la dieta?
Entre las opciones con mayores propiedades nutritivas y el más rico sabor podrían incluirse:
- El queso crema desnatado: Perfecto a la hora de preparar aderezos o para untar.
- El queso suizo semidesnatado: Característico por su 5 % en niveles de grasa y delicioso sabor al combinarse con ciertos vegetales.
- El queso fresco desnatado: Indispensable en la dieta gracias a su 1 % en niveles de grasa y su potente sabor.
Indiscutiblemente, son muchos los quesos que podrían ganar protagonismo en la dieta dependiendo de su sabor y su carga proteínica, pero siempre será preferible escoger los que estén más blandos y frescos.