Muchos no conoces a las gulas por su nombre, ya que lo tienden a confundir con la angula, que es un producto que desde hace unos cuantos años se ha ido elevando en el mercado, hasta tener un alto precio. Este es un pez alevin de la anguila, es insípido, pero este se potencia con ajo, guindilla y hasta con ensalada.
Debido al alto precio de la angula y que se creía que podría estar en riesgo por su consumo, se empezó a producir la gula, que es un alimento que en los últimos años se ha puesto muy de moda como substituto de la angula, su sabor es muy parecido y solo los amantes de esta podrían lograr notar la diferencia a ciencia cierta.
Las gulas son el producto de una elaboración con surimi, a base de Abadejo que es un pez muy parecido al bacalao, este es procedente de Alaska, pero también se encuentran partes de merluza, polaca, itoyori, hoiki, etc.
El surimi para quienes no lo sepan es musculo de pescado, se utiliza mayormente un pescado fresco, recién salido de la embarcación, utilizando su lomo preferiblemente, debido a que es la carne más noble del mismo, esto permite desarrollar las gulas que serían pura proteína, con un alto valor nutricional y ademas muy fácil de digerir.
Es un complemento a la dieta que estemos realizando, muy fácilmente podemos obtener de esta una gran cantidad de proteínas y nutrientes necesarios para nuestra salud, ademas de que es baja en azucares, con tan solo 100 gramos de Gulas tenemos unos 160 calorías aproximadamente, es algo muy bajo para el consumo diario que debemos tener.
Este se empezó a realizar en base a algunos ingredientes de escaso valor comercial, de manera que fuera una alternativa a las angulas, que estaban empezando a tener un alto valor en el mercado y lo mejor es que su contenido es muy parecido a la angula, tanto que se nota muy poco la diferencia.
Cuidado en el mercado y las falsas gulas
Debido al reciente incremente en la producción de las gulas, muchos comerciantes han empezado a usar su eslogan con productos que suponen ser de gulas cuando de verdad son puros surimis, que estos aun cuando no tienen nada de malo no tienen el mismo valor nutricional ni el mismo sabor de las gulas, por lo cual algunos han demandado a los comerciantes en usar el nombre para un producto que no es lo que se está vendiendo.
Poco a poco los comerciantes para buscar vender en el mercado se han visto en la necesidad de buscar nombres que tengan algún significado, como bien esto no los haría incumplir la ley, pero a su vez colocan una imagen de publicidad de gulas, cuando en realidad lo que estaremos comiendo no es para nada eso.
En algunos establecimientos empezamos a ver muchas bandejas de este producto con precios realmente bajo, cuando unos 100 gramos aproximadamente podrían costarnos 200 euros fácilmente, mientras que se están consiguiendo hasta en 5 euros nada más.