La pizza es uno de los platos favoritos para personas de todas las edades. Debido a su amplia versatilidad en lo que respecta a ingredientes, puede decirse que existe una pizza perfecta para cada gusto; es allí donde radica su magia gastronómica.
Este maravilloso plato se caracteriza por sus niveles en carbohidratos debido a su masa, proteínas y grasas presentes en el jamón y el queso, así como por la fibra, minerales y vitaminas dependiendo de los ingredientes extra que se pueda utilizar.
Es bien sabido que la pizza es mucho más nutritiva cuando se prepara en casa. Su venta comercial deja un amplio espacio de desconocimiento con respecto a los niveles reales de cada ingrediente. En el caso de la preparación industrial, suele hacerse un uso desproporcionado de la grasa y esto puede ser realmente perjudicial para el organismo.
Este popurrí de sabor característico de la cocina mediterránea ha sido considerado un pecado para las dietas desde hace un largo tiempo, pero lo que muchos no saben es que quizá tiene más beneficios para la salud que efectos nocivos.
La pizza y su lugar dentro de la dieta
Para algunos puede parecer completamente descabellado poner las palabras ‘pizza’ y ‘dieta’ en la misma oración (a menos que se haga referencia a los efectos negativos de la primera sobre la segunda), pero la realidad es que la pizza puede ser un complemento realmente nutritivo dentro de los regímenes alimenticios dirigidos a la pérdida de peso.
Su diversa mezcla de ingredientes puede resultar beneficiosa en la dieta de carbohidratos complejos. Además, para nadie es un secreto que hoy en día se pueden encontrar en el mercado quesos mozzarella desnatados que ayudan a mantener la grasa de la pizza dentro de los márgenes saludables.
Por supuesto, a la hora de establecer si la pizza engorda realmente se debe tener en cuenta su preparación y los ingredientes que se utilizaron. Es totalmente diferente una preparada con base ancha, chorizo, tocineta y salchicha, a una de base fina con vegetales y jamón. Para poder incluirla dentro de un régimen alimenticio saludable debe hacerse de forma moderada.
A manera de conclusión, puede decirse que la pizza no es ese terrible enemigo de la dieta que describen en los gimnasios y comunidades Fitness. El verdadero error está en un consumo desmedido y sin restricciones, lo que puede ocurrir con cualquier otro plato.
¿Qué pizzas podrían ir de la mano con una dieta para adelgazar?
Existen algunas recetas completamente saludables capaces de satisfacer a los amantes de este plato mediterráneo. Entras ellas podrían incluirse:
- La pizza de berenjena, pimiento y huevo: Característica por ubicar el huevo en el centro y su delicioso sabor a orégano.
- La pizza de mar: Cargada del más rico sabor gracias a su combinación de cebolla, perejil y mejillones.
- La pizza de atún y pimiento: Especial gracias a la añadidura de champiñones y tomate triturado.
Es importante recordar que, independientemente de la receta que se trate, siempre será mucho más saludable y nutritiva la pizza preparada en casa.