Aunque siempre hemos escuchado de la importancia de incorporar verduras a nuestra dieta diaria, lo cierto es que algunas de ellas están rodeadas de mito en cuanto a su probabilidad de hacernos engordar, lo que podría resultar en contra de nuestros propósitos para tener ese cuerpo que soñamos. La zanahoria es una de estas verduras, la cual se cree que por su alto contenido de azúcares podría terminar por sumar calorías a nuestro plan alimenticio.
Pero la pregunta más importante es ¿realmente la zanahoria engorda?, y si es necesario limitar su consumo dentro de nuestra dieta. Como con cualquier alimento, la respuesta a esta pregunta dependerá de algunos factores que analizaremos a continuación.
La zanahoria
Enfocándonos en su valor nutricional, una zanahoria mediana (de aproximadamente unos 60 gramos) tiene un contenido energético de alrededor de 25 calorías, por lo que para decir que las zanahorias podrían engordarnos debido a este factor, tendríamos que comer una cantidad muy grande de estas verduras (aproximadamente 1 kilogramo diario).
En relación a otros nutrientes, en una zanahoria mediana también podemos encontrar unos 6 gramos de carbohidratos, alrededor de un gramo de proteína y unos 3 gramos de azúcares naturales, las cuales han dado origen a su tan temida reputación. Sin embargo, más que la cantidad de azúcar contenida en una zanahoria, lo que realmente debe ser motivo de atención es su índice glucémico.
Cuando se habla de índice glucémico, nos referimos a la capacidad de un alimento de producir un pico de insulina en el cuerpo, el cual proporciona una sensación de bienestar momentánea. En el caso de las zanahorias, estas producen un pico de insulina que dura entre 30 a 45 minutos luego de haberlas consumido. Cuando el efecto pasa, el cuerpo entra en un estado de “bajón de azúcar”, por lo que inconscientemente tendremos la necesidad de consumir algo dulce buscando la forma de compensar el estado que acabamos de producir en nuestro cuerpo.
Los alimentos con un alto índice glucémico por lo tanto, pueden llevarnos a tener antojos o a sentir la necesidad de comer más pronto, lo que efectivamente podría llevarnos a aumentar de peso si no controlamos lo que comemos después de ese saludable platillo de zanahorias. Por su parte los alimentos con bajo índice glucémico producen el efecto contrario, manteniendo la sensación de saciedad por más tiempo y ayudando a controlar los antojos.
Sin embargo, las zanahorias tienen una peculiaridad. Cuando las comemos cocidas poseen un alto índice glucémico, no obstante las zanahorias crudas tienen un índice glucémico muy bajo, por lo que al comerlas crudas no solamente son una opción deliciosa que no nos hará aumentar de peso, sino que también nos ayudarán a controlar los antojos de otro tipo de alimentos.
En conclusión, podemos decir que la elección de la forma en que comemos las zanahorias es determinante. Lo mejor es optar por zanahorias crudas las cuales nos permiten una mayor sensación de saciedad, sin los picos de insulina que pueden llevarnos a antojos poco saludables.