Cuando se planifica una dieta saludable, rápidamente se recurre al consumo de carnes blancas no provenientes de mamíferos, y aunque la carne roja es más jugosa, la carne blanca como la del pescado presenta un mayor valor nutricional y una menor cantidad de grasas saturadas.
La sardina es un pescado azul muy nutritivo y con muchos beneficios, es rico en Omega 3, que es un tipo de grasa poliinsaturada que el cuerpo no puede producir, por lo que debe obtenerse de otras fuentes. Este ácido graso funciona como defensa del sistema cardiovascular ayudando a reducir los niveles de colesterol alto y triglicéridos en el cuerpo humano, así como también reduce la posibilidad de desarrollar una arritmia cardiaca. Aumenta el nivel de fluidez que tiene la sangre evitando trombosis, arterioesclerosis e infartos. Además, es un alimento indispensable si se necesita llevar una dieta saludable ya que su alto aporte calórico no es tan alto como su aporte de proteínas y vitaminas; como la vitamina D que fortalece los huesos y la piel, y la vitamina B12, que ayuda a mantener las neuronas y los glóbulos sanguíneos sanos previniendo la anemia. Añade una cantidad importante de calcio a la dieta, por lo que es recomendable que se consuma durante el embarazo.
Una desventaja de la inclusión de la sardina en nuestra dieta con mucha frecuencia es que por su alto contenido de purinas que se metabolizan en el cuerpo, tienden a aumentar los niveles de ácido úrico. Dependiendo de la presentación de la sardina, su contenido de sodio puede ser muy alto, lo que estimula la retención de líquidos en nuestro organismo.
¿Engordan las sardinas?
Las calorías que provienen de los pescados le brindan a nuestro organismo la energía necesaria para realizar actividades diarias utilizando la que proviene de las sardinas como una fuente importante para la realización de actividades físicas, sin embargo, el exceso de calorías y la poca actividad de movimiento puede conducir al aumento de peso.
Se encuentran 208 calorías en una porción de 100 gramos de sardina, de las 2,000 calorías permitidas por día en la dieta sana de una persona promedio. Este valor no ocasionaría algún efecto desfavorable en una persona con moderada actividad física diaria y una alimentación saludable.
¿Engordan las sardinas en lata?
Cuando varía la forma en que este pescado es preparado o la presentación del alimento que es consumida así también varía el nivel del contenido calórico. Por ejemplo, cuando son enlatadas y acompañadas con aceite, el número de calorías puede aumentar a 211 o 289 calorías por cada 100 gramos de sardinas. Así mismo si son preservadas y enlatadas con jugo de tomate su valor puede aumentar de 160 a 200 calorías por cada 100 gramos, este valor es mucho más bajo que el anterior ya que el jugo de tomate es menos calórico que el aceite.
Si son enlatadas en escabeche o rebozadas, sus niveles calóricos son bastante altos, superando las 255 calorías y aumentando el índice glicémico del alimento que, en las sardinas sin cocinar, es casi inexistente.
Así que la mejor forma de consumirlas es asadas, al horno o a la plancha para mantener una dieta saludable y rica en vitaminas y proteínas.